Más de estas.
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-Al final siempre nos amaneció.
-Sip. Amanecer así siempre me recuerda la primera fiesta de graduación a la que fuí. Yo estaba en noveno y tenía un novio en onceavo, después de la fiesta nos fuimos todos a la casa de una chavala de su generación, no era guarera, sino como para seguir celebrando y terminé llegando a mi casa a las 6am en mi vestido elegante y con los zapatos de tacón en la mano, pero feliz. Fue la primera vez que me sentí adulta y dueña de mí misma. No sé, cada vez que veo amanecer me siento más viva.
-Sí, es chiva. Eso que uno está cansado y amanece pero no se quiere dormir.
-¿Que está demasiado cansado para dormir?
-No, que nada más no quiere dormir.
-Ah.