sábado, 20 de julio de 2013

Directo y sin escalas

Me harté de pensarte. Me enfermé de saber que andás por la vida sin extrañarme, sin mover un músculo por volver a mí. No te necesito ya, Caracolito.

Me harté de vos, me harté de mí, de tu ausencia de mierda y de tratar de llenar el vacío. De forzar el cubito en el huequito redondo. Nun.ca.en.ca.ja. Te cagaste en mí.

Entonces, Caracolito, andate al carajo. Andate mil veces al carajo.

Malagradecido. 

lunes, 1 de julio de 2013

Corazón de Melón (o Cómo sacarte la Pulpa del Corazón)

Ya casi no pienso en eso. Cada vez son más los días que ni me acuerdo, pero odio los que sí porque ahí se queda dando vueltas en el aire y lo encuentro bastante molesto.

No lo odio a él, sólo tengo poca tolerancia para el derrotismo y eso fue lo que nos ganó. Entonces detesto acordarme de cómo me miraba y de la sensación cuando empezamos a hablar como quien no quiere la cosa.

Cuando lo conocí no pensé mucho de él, sólo disfruté nuestras conversaciones y agradecí la compañía, yo andaba en otras y él me cayó bien, es un carajo interesante. No sé cómo terminamos donde terminamos, pero fue bonito. Bastante bonito.