Lo malo de los muertos es a veces olvidar que lo están y tener esa sensación de que sólo andan de vacaciones. Luego sentir que nunca estuvieron y que sus vidas fueron un sueño. Creaciones de la imaginación. Lo realmente malo es que no se queden queditos y no saber qué sentir todo este tiempo después. Lo terrible es topárselos donde no se espera.
Lo provechoso de crecer es descubrir lo banal de las tragedias que desvelaban en la juventud. Aprender a darle campo a disfrutar las pequeñas felicidades.
Lo bueno de estar sola es poder encuevarse en los sentimientos y no tener que explicarle a nadie el mal humor de cualquier día. Lo malo es no tener quien note la diferencia con los días buenos. Lo peor es acomodarse en la soltería.