Me vale

Me vale que no me mensajiés. Me vale que llevemos más de una semana sin hablar. Me vale que no me busqués. Me vale que sepás en qué ando. Mirá, al final saliste medio stalker vos. Y me vale si lo sos.

Me vale que me bloquiés y me desbloquiés y me volvás a bloquear en facebook. Me vale que tengamos meses de no vernos... Me valés vos... Mierda, ojalá fuera cierto.

Me vale que no vi a nadie hoy. Me vale haberme arratado, hoy tenía ganas de salir y apenas me invitaron a algo me entraron unas ganas enooooormes de empijamarme y meterme a la cama a ver una cinta con una sopita. Hoy hizo mucho frío. Me vale el frío.

Y apenas termine esto me hago la puta sopa.

Me vale que no hice nada de lo que tenía que hacer. Ni bañé a Alicia, ni cambié las sábanas, ni lavé ropa -todo el día pasó con cara de que ya ya ya llovía pero no llovió-. Tampoco cociné, ni nada de la lista de cosas que quería hacer. En lugar de eso fui temprano a pagar la luz -no fuera a ser que me cortaran la luz hoy que me quedé trabajando desde la casa-. Hice super, hornié un pancito integral con nueces, trabajé y leí. Ahora escribo. Me vale no haber hecho nada de eso. La pasé rico conmigo misma.

Me vale lo que hiciste hoy. O ayer. O esta semana. Me vale lo que hiciste este mes o este año. O desde que dejamos de hablar en Diciembre. Vos también me valés y me vale si te vale a vos también. Total, ni siquiera podés darte por enterado de que alguna vez te mandé a la mierda. Volvéte a ir al mismo lugar. Me vale.

Me valen todos.

Me tienen que valer. Desde hace unos días me empezó a valer y lo disfruto. ¡Hm! No lo decidí, sólo algo se apagó adentro y ya. Si supiera dónde está ese switch lo apagaría cada vez que decide volverse a prender. Comemierda switch. Pero me vale. Me vale si dentro de una semana o un mes o un año me vuelve a importar, ahorita no.

Lo único que no me vale es esa machita mechuda y los ocho anteriores a ella. La sangre, es grande eso de sentir el lazo.

Hasta me vale si me hacés falta vos. Me vale si no estás, si no te veo, si no me volvés a visitar en sueños, qué putas te hiciste o no saber qué pasa después de acá. Me vale esa canción que te escribí. Me vale que estas últimas líneas sean la mentira más mentira de una vida. A veces necesito mentir. Más que nada mentirme a mí. A veces a los demás, sobre todo cuando les digo que todo está bien, como si no hicieras la misma falta o peor. Como si no hubieran días en que está bien claro que esto es una gran comemierdada. Y me vale mentirles.

El resto es todo cierto y me vale si no me creés.

m.