viernes, 29 de junio de 2012

Arroz con Leche

Dos cosas curiosas pasaron muy cerca una de la otra y algo en mi cabeza hizo click y acá estamos con otra de mis listas. Me gustan las listas, déjenme ser.

Una de esas cosas es que me encontré un blog que se llama Busco Novio y vieran el nivel de escandalizamiento interno -sí, ya sé que escandalizamiento no es una palabra-. ¿Esta mae se atreve a decir en voz alta que busca novio? Y pero ¿no va a sonar desesperada? ¿La gente no va a decir que porecita, está sola y cuestionar el porqué está sola? Y ¡saz! al descubierto mis inseguridades. Eso de exponerse en público todavía me es complicado con ciertos temas. Sí, yo que acá siempre les suelto cosas que uds no dirían en voz alta y menos a desconocidos. Yo.

La otra es que hoy oí Short Skirt, Long Jacket de Cake. I <3 Cake. Cake es toda.

sábado, 23 de junio de 2012

Dormir

Yo no duermo mucho. De unos años para acá no logro dormir ni seis horas diarias. Si duermo cuatro o cinco horas me doy por satisfecha, en realidad. Y me despierto temprano, pero a veces no hay forma de que me duerma antes de la una de la mañana. En algún lado leí que mientras más rocos nos ponemos menos necesitamos dormir. ¿Será eso?

No sabría contar cuantas veces he visto llegar las tres de la mañana con los ojos pelados buscando algo que no sea una repetición de Seinfeld o Will & Grace en la tele, con la compu en el regazo escribiendo o leyendo. Entonces no es casualidad que escriba esto a media madrugada.

Pero no crean, a veces trato de dormirme temprano. Conscientemente no prendo la compu y apago la tele a una hora decente. Nada. Me quedo viendo el techo, la cabeza me da vueltas con cosas de trabajo, alguna preocupación o el más reciente desencanto romántico. Por lo general es el último, nada me quita más el sueño que tener el corazón roto. Como hoy. ‘uta, hace rato que  no.

lunes, 18 de junio de 2012

Conversaciones II

Cualquier parecido con la realidad, la ficción o mi mente es mera chochera.

∙∙∙∙∙

-Soy un solitario declarado. Ahí me siento seguro. Pero por suerte me han matado tantas veces que aprendí a resucitar.
-Yo no. A mí me gusta la compañía, estoy muy consciente de que soy más feliz en pareja.
-Estoy seguro que sí. No cerrés la puerta.
-No la tengo cerrada. Sólo estoy pendiente, con la puerta en la mano por si tengo que soltársela en la cara a alguien.
-Opaaa. Cuidado con mi nariz. Yo me declaro loco. Pero por un poco de buenas razones. Me gustan los piratas, me declaro uno. Navego. Me gustan los puertos. Andariego. Por fuera somos lo peor. Pero siempre navegando para encontrar el puerto donde quedarnos para siempre y por una muy buena razón. No perder la esperanza en la tormenta.
-Yo no sé si creo en eso ya. Creo que esa es la parte que me jode, no creo en la mitad de las cosas que creía.
-Yo nunca pierdo la esperanza. En nada. Primero muerto. No cerrés la puerta.
-No la cierro. Sólo tengo filtros más fuertes.
-Deja la luz prendida. Para los barcos.
-Mmmmm.
-Qué lindo que una mujer se enamore de uno.
-Es rico. Enamorarse es rico
-Estamos maleados, Meme. Pero bueno. Siempre aparece una fina mujer que me sorprende. Y eso es sensacional. Me vuelve a la vida.

lunes, 11 de junio de 2012

No me vale

Me hacés falta. Yo sé que es obvio que te extrañe, pero por la gran puta a veces tengo que decirlo y a veces uno necesita saberlo, yo necesito que lo sepás: te extraño.

Soy una desconocida. Nadie sabe quién soy realmente, nadie me conoce como vos, nadie me entiende todos los chistes o reconoce mi tono o el humor con sólo leerme un par de líneas en un chat -y al reves-. Nadie sabe lo que pienso con sólo verme la cara, vos y yo nos entendíamos con dos segundos de contacto visual. Fuck.

Es cansado tener que explicarme todo el tiempo. ¿Tenés idea del esfuerzo de volver a crear un lazo así con alguien? No hay forma de empezar a explicarles, no han estado ahí, no saben quién fui o lo que llevó convertirme en quien soy. Todo son cuentos, historias viejas para ellos. Vos viviste la mitad y te sabés la otra mitad porque te la conté hace años de años, aún así no nos quedamos una sola vez sin de qué hablar.