lunes, 14 de mayo de 2012

Mentira

No para de llover. Me hacés falta.

Otto Gatto está acurrucado a los pies de la cama. Alicia encuevada en su madriguera. Yo quería seguir en la hamaca pero me dio frío. O me abrigaba y me quedaba allá o me venía para adentro, la decisión se tomó sola en realidad.

Tengo 24 horas en una conversación que no se acaba y estás tan presente. No quiero extrañarte, me da mal humor. Me pongo chichosa y se me antoja contarte de mi mal humor.

No me da la gana extrañarte más.

Quiero que me distraiga. Le pido que me pregunte cosas: ¿qué más querés saber de mí? Yo sí que no soy misteriosa, tan sencillito leer este blog y saber quién soy. Ojalá fuera tan facil con los demás.

sábado, 5 de mayo de 2012

BFFs, que llaman

Pedro me lo dijo hace unos meses: mae, vos lo que necesitás es una amiga. Y tenía razón.

Yo soy de esas maes que sólo amigos hombres tiene, por alguna razón siempre me he llevado mejor con hombres que con mujeres, los he encontrado más fáciles y llevaderos y siempre me he sentido uno más entre ellos. Claro, otro día hablamos sobre las complejidades de la amistad entre hombres y mujeres. Tema para otro post -que no voy a escribir nunca-.

Las mujeres tenemos una forma muy complicada de relacionarnos. Hace un tiempo leí un artículo en Jezebel sobre cómo ese cuento de que los maes buenos son difíciles de encontrar es lo que nos está jodiendo la existencia a las mujeres. Según el artículo con esa hablada las chavalas nos conformamos con maes no tan buenos porque tenemos la idea de que hay que ser perfectas para merecernos un mae decente y entonces no podemos aspirar a mucho sino a algo más realista y dentro de nuestro alcance. Y entonces a la porra ser selectiva y de paso  nos matamos entre nosotras en esa competencia por los pocos que valen la pena.