lunes, 30 de enero de 2012

Principios Básicos de la Vida

Tené los hijos que podás hacer felices. Lo mismo aplica con las mascotas. Cualquier ser vivo que dependa de vos se merece tu mejor esfuerzo por darle la oportunidad de ser feliz.

Tratá de ser lo más honesto posible tan seguido como sea posible. Si vas a mentir que sea por una muy muy muuuuy buena razón -dejáte de varas, vos sabés perfectamente cuando es carebarrada y cuando es realmente necesario-.

Dá crédito donde el crédito debería de estar. Nada más feo que no reconocer el esfuerzo ajeno, dejar por fuera de los agradecimientos a la gente que se lo merece u olvidarse de ese compa que te echó una mano cuando lo necesitaste. Lealtad, gente, lealtad.

No dejés a un amigo solo, ni en las buenas ni en las malas. Tal vez te hicieron a un lado en las buenas y cuando están mal te buscan, es un error común que vos también has cometido. No seás tan duro con ellos y ofrecéles el hombro cuando la cosa se les pone fea. 

lunes, 16 de enero de 2012

Fritanga Free School

¿Free-tanga? ¡Fritaaaanga!

¿Por qué estoy de acuerdo con la prohibición de la venta de fritangas en las escuelas y colegios? Sencillo: porque no son buenas para los chiquitos.

Claro que tengo mil recuerdos de infancia con mis frituras en la Escuela México y en el Tacho -yo soy producto de la educación pública de tiquicia, 'chas gracias-. A la Escuela iba con veinte pesos diarios, los carajillos de plata llevaban cien y se compraban un combo de hamburguesa con coca en el recreo grande. Yo no me acuerdo si tenía un menú habitual pero sí sé que esos veinte pesos se iban en puras cochinadas, ricas cochinadas, pero cochinadas al fin y al cabo: bolis, Hi-Cs, Picaritas, gelatinitas, Botonetas, Chocolitos, Meneitos, Quechitos, yuquitas, etc. Creo que lo más saludable que compraba eran Rondelas, esas galletas cubiertas en chocolate con relleno de crema de fresa -sabor enteramente artificial porque nunca he probado una fresa que sepa así-. Qué ricas las Rondelas. Gaseosas no compraba porque eran muy caras y realmente nunca desarrollé mucho gusto por las gaseosas, disfruté la ocasional pitufa en bolsa como cualquier otro, pero siempre he sido más de juguitos o apretados -qué rico un apretado de cas ¿ven? esos con una cantidad decente de azúcar no son tan malos, son caseritos-.

domingo, 15 de enero de 2012

Mis Propósitos de Año Nuevo

1. Dejar el año pasado atrás -yala-.

2. Pintar más. Pintar mi cuarto, pintar en óleo, pintarme las uñas, pintar macetas, pintar lo que sea. Colores-colores-colores.

3. Seguir respetando mi proceso, sin apurarme, sin hacer trampa, sin perder de vista la meta: sanar. ¿Sanar qué? Todo, toditico, todo. Vamos bien, ahí vamos.

4. Renovar la visa para gringolandia -el pasaporte ya lo revalidé-, a ver si le pego un visitín a mi hermana y a un par de amigos con quienes ya es costumbre que vayan y vengan los correos de dude, when are you coming to visit? y i miss you, tiger. Y pos ya es justo y necesario. La pega es el trámite como con todo.