Tené los hijos que podás hacer felices. Lo mismo aplica con las mascotas. Cualquier ser vivo que dependa de vos se merece tu mejor esfuerzo por darle la oportunidad de ser feliz.
Tratá de ser lo más honesto posible tan seguido como sea posible. Si vas a mentir que sea por una muy muy muuuuy buena razón -dejáte de varas, vos sabés perfectamente cuando es carebarrada y cuando es realmente necesario-.
Dá crédito donde el crédito debería de estar. Nada más feo que no reconocer el esfuerzo ajeno, dejar por fuera de los agradecimientos a la gente que se lo merece u olvidarse de ese compa que te echó una mano cuando lo necesitaste. Lealtad, gente, lealtad.
No dejés a un amigo solo, ni en las buenas ni en las malas. Tal vez te hicieron a un lado en las buenas y cuando están mal te buscan, es un error común que vos también has cometido. No seás tan duro con ellos y ofrecéles el hombro cuando la cosa se les pone fea.