domingo, 30 de octubre de 2011

Conversaciones

Cualquier parecido con la realidad, la ficción o mi mente es a propósito.

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-Yo fui un idiota por dejarte ir.
-Di, mae ¿quién soy yo para discutirte?
-No, Meme, estoy hablando en serio, no me jugués de viva.
-Sí mae, yo sé que me estás hablando en serio, pero es que al chile no te voy a discutir. Yo eso ya lo sabía es sólo que vos tardaste más tiempo en llegar a la misma conclusión y mirá, nunca fallan, siempre les duele con el tiempo.
-Di, nadie me tiene por idiota, yo era demasiado carajillo…
-Si mae, éramos muy chamacos. ¿Qué sabíamos nosotros de nada? Bueno, pensálo así: fue hace tanto que si no hubieras sido tan bestia y me hubieras escogido a mí muy probablemente ya habríamos terminado por alguna otra razón, así que te ahorraste el drama y quién sabe qué más. No le des muchas vueltas a la vara.
-No, Meme, yo sé que con vos yo habría sido feliz y no habría comido tanta mierda como con esa mae, vos siempre fuiste linda conmigo, nadie me ha tratado como vos. Qué idiota.
-Di, quién sabe, mae.
-Quién sabe. Igual, qué idiota.
-Sip.

lunes, 24 de octubre de 2011

Sobre el poder curativo de los abrazos

El de mi sobrino de un añito que me tira los brazos para que lo alce y remata acurrucándose en mi hombro; el abrazo de mi hermana en el aeropuerto cada vez que nos vemos; el del compa que hace rato no veo y me abraza bien apretado en un bar o la calle. El abrazo de mi mejor amigo que se huele cuando necesito un abrazo de él; el de un compañero de trabajo que me vio mariqueando y supo que era más efectivo un abrazo que decirme nada.

El de mi mamá cuando la ví en el funeral de Varito después de despedirme de él frente a todos.

El abrazo de un novio, acurrucados viendo tele y felices de estar juntos; también el de un ex con el que estás en paz y te alegrás genuinamente de ver. El que le daba a mi abuelita cada vez que me despedía de ella por si era la última; el de mi hermano que me hace una falta espantosa.

martes, 18 de octubre de 2011

Si yo fuera Dictadora

Mi primer decreto erradicaría los teclados que no sean en español en t-o-d-o el país, carajo, salvo permiso concedido por mí misma y para lo que se requeriría una cita más complicada de pedir que las de la caja, además me tendrían que traer una buenísima justificación como soy sueco soy chino, pero para los gringos no, los gringos pueden usar los mismos teclados en español, hasta les ofrecemos teclas extra ¿qué tal? No, si para vivir allá exigen que aprendamos inglés yo creo que a ellos nada les cuesta usar tecladitos un toquecito diferentes. Y es que me parece imperdonable tener que escribir en teclados como este sin tildes ni eñes (Alt+164) en un país Latinoamericano. O que hace años tuviera que mandar a traer mi iBookcita a los estachos porque acá no vendían con teclado en español. Argh. Con lo que los españoles lucharon por la ñ en el ordenador.

No, pero ya en serio.  Hace poco volví a escuchar a alguien decir que lo que le falta a este país es un dictador, una buena dictadura que venga a poner orden, que se deshaga de la corrupción y de todos esos políticos que nos tienen cansados a todos. ¿En serio? ¿eso es lo que nos falta? Y digo volví porque la primera vez que escuché semejante ideota fue de boca de mi ex.

Things that make me go :)


Mis ocho sobrinos ∙ Un cappuccino con sabor a amaretto acompañado por un brownie para el desayuno ∙ Cantar I Will Survive con toda mi alma en un bar lleno de gente cantando conmigo –y no tener que leer la letra de la pantalla– ∙ Descubrir que sí me quedaba un pantalón que me pareció muy pequeño ∙ Encontrarme una foto de infancia que no había visto ∙ Cake –la banda, no el postre– ∙ Cuando mi pava coopera y se ve bonita ∙ Alicia ∙ Darme cuenta que tengo un episodio de The Moth sin oír ∙ Los bebés ∙ Encontrar el color per-fec-to para mi cuarto ∙ Acordarme de una camisa que hace tiempo no me ponía y además descubrir que todavía me queda ∙ Encontrarme un billete en un pantalón ∙ Escribir sin parar ∙ Meterme recién bañada a la cama con sábanas limpias ∙ Los días soleados ∙ Olores de infancia que vienen del horno como el cheesecake o el pavo relleno ¡uy, y el ciprés! –aunque no viene del horno– ∙ Descubrir que los zapatos de mi abuela me quedan ∙ Ponerme una suéter de mi mamá o de Valky y que huela a ellas ∙ Un Te Amo no romántico sincero y oportuno ∙ Una amiga embarazada ∙ Cuando Otto Gatto se resigna de que no lo deje acostarse en mi panza porque necesito poder ver la compu y se acurruca a la par mía con la cabecita apoyada en mi mano o el brazo ∙ Ojitos mutuos en un bar ∙ La gente con modales ∙ La boda de un@ amig@ ∙ Descubrir que no soy tan chapa con los tacones ∙ Un correo de amigos que están lejos ∙ Decorar la oficina para algún feriado ∙ Que se seque la ropa al sol ∙ Que la lluvia me agarre en el portón de la casa llegando y no saliendo ∙ Sentarme a hablar con alguien y hacerl@ sentir mejor ∙ Los abrigos de mi bisabuela ∙ Una película donde no adivine el final ∙ Un vestido bonito ∙ House y Cuddy –si, no supero que hayan terminado– ∙ Un piropo con conocimiento de causa ∙ Eddie Izzard ∙ El Pollo Marsalla o la comida India en general, bueno, la Peruana también y la Italiana, ok ok, la buena comida nacional e internacional ∙ Guayito ∙ Las conversaciones largas ∙ Cocinar ∙ Despertarme con Otto Gatto oliéndome la nariz ∙ Las gemelas diciendo Me-me ∙ Saluditos inesperados en mi Wall ∙ The Beatles ∙ Maquillarme para mí por gusto y no por necesidad ∙ NYC ∙ El corte de pelo soñado ∙ Ver tele con algún amigo por chat ∙ Oír a Pá tocando la guitarra ∙ Bailar en el asiento del pasajero cuando suena una canción que me gusta y que el conductor se ría y hasta baile conmigo ∙ Una canción que me haga bailar like nobody's watching -y por dicha nobody is–, y para que se hagan una idea sería cualquier canción de los B-52s  Pintar ∙ Cuando Valky me dice que soy tan hábil  El chocolate en cualquiera de sus formas ∙ Caer en la camita después de un día pesado de brete ∙ Tener tiempo para desayunar en la casa ∙ El agua’ulcita en días como estos donde parece que no va a parar de llover ∙ Terminar algo y decir: sip, me gusta ∙

m.

sábado, 8 de octubre de 2011

En mis sueños

Me soñé con vos.  Es la segunda vez pero esta fue mejor que la anterior.

En lugar de haberte ido para la playa en Semana Santa nos fuimos todos para una finca, se parecía mucho a la casa donde fuimos el año pasado en La Pita, pero el terreno era más grande, por eso se sentía como si fuera una finca.  Todos estaban en la casa y vos y yo estábamos sentados en una terraza, sólo vos y yo, hablando sobre cualquier tontera.

Yo sabía que estabas muerto, era como si hubiera vuelto en el tiempo a verte.  Pero no te morías en el mar si no en un accidente de carro que pasaba ahí mismo cuando te fuiste a comprar algo o no sé.

Y mientras hablábamos estaba pensando en cómo hacer para que no te fueras sin decirte que te ibas a morir porque uno tiene esas ideas de las películas y de todo lado que no debería de alterar el pasado, pero ¿qué putas? ¿quién tiene la oportunidad de evitar la muerte de su hermano y no va a interferir? ¡jodás!