domingo, 27 de noviembre de 2011

Extraño estar enamorada

Sí, lo extraño. Estar enamorada me gusta.

Déjenme explicarme, no se trata de encontrar la felicidad en alguien más, pero enamorarse es parte de lo que somos, el amor es parte de nosotros, cuando no tenemos un objeto para satisfacer nuestro lado romántico sentimos que nos falta algo. Yo no sé ustedes, pero yo soy más feliz en pareja y sospecho que no son varas mías.

Aunque sí tengo que confesar que estaba un poco intoxicada, atorotada de tanto enredo, tanta relación sin sentido, tanto creer y confiar y ajustarme y apoyar y ser equipo. Me recontraperdí dentro de tanto descifrar el presente y tanto planear futuros y ay, que cansado. No sé que me hice.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cerrá los ojos y respirá profundo...

- Vas por un camino, es un bosque, todo es verde y tranquilo...

Me sigue hablando y describiendo el camino, usa un montón más de palabras para decirme por dónde voy y qué veo, pero no es tanto lo que me narra si no cómo lo narra, tiene una voz tranquila y dulce y por alguna razón me logra llevar mancita en su paseo guiado. Yo soy un dolor para estas cosas porque no me terminan de convencer y me distraigo con mis propios pensamientos y me pregunto cómo me veré con los ojos cerrados imaginando cosas ¿tendré cara de lela? ¿o me veré muy seria? me han dicho que cuando no estoy sonriendo me veo enjachadora y nunca he logrado tomarme una foto seria que no parezca que quiero matar a alguien ¿Ven? Me disperso solita.

Pero esta vez no, no sé si es ese tono dulce y calmado o lo inesperado del ejercicio, quién sabe.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Nicaragua

Mi papá es aviador. Me gusta esa frase, por eso siempre la uso cuando hablo de él. Lo que significa es que mi papá ha trabajado toda su vida en aviación. 

Su primer trabajo fue en Coopesa cuando mi tío Rodolfo era gerente administrativo o director o algo así. El cuento cuenta que cuando mi papá, a sus dieciocho, se fue a pedir la mano de mi mamá a mi tío -tío abuelo, a falta de mi abuelo- el señor le preguntó: ¿y cómo la piensa mantener? Y mi papá le contestó: con el trabajo que ud me va a dar

Cuando yo era chamaca fue instructor de vuelo, me acuerdo que llevaba exámenes a la casa para revisarlos y yo con mi letra de segundo grado le ayudaba a calificar el asocie o el marcar con equis y así se los llevaba, con numeritos chuecos.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Caminando Chepe

Aaaaah, las habilidades especializadísimas que se requieren para caminar por el caos de Chepe centro.

No es cuento.

En Chepe caminás rápido para no perder el tiempo entre buses, te vas cuidando de no chocar con nadie, con un ojo puesto no al Cristo si no a los cochobis para que no te agarren una nalga o te metan mano en el salveque. A todo esto capeáte los huecos y alcantarillas destapadas en las aceras quebradas y con el mar de gente y carros que pareciera no importarles eso de respetar sus respectivos semáforos. Como si el rojo pudiera significar más de una cosa o fuera una sugerencia tentativa.

Todo el camino enjachando a los pinticas desde mi metro sesenta porque a lo mejor si me ven temeraria me salvo de que me digan alguna cochinada.

Pero ojo con los modales, nada de desprecios con la viejita que te ofrece un numerito de los chances pa' mañana Ñatica. No. A ella se le sonríe y se le da un amable ahorita no, Negrita, 'chas gracias.