martes, 18 de octubre de 2011

Si yo fuera Dictadora

Mi primer decreto erradicaría los teclados que no sean en español en t-o-d-o el país, carajo, salvo permiso concedido por mí misma y para lo que se requeriría una cita más complicada de pedir que las de la caja, además me tendrían que traer una buenísima justificación como soy sueco soy chino, pero para los gringos no, los gringos pueden usar los mismos teclados en español, hasta les ofrecemos teclas extra ¿qué tal? No, si para vivir allá exigen que aprendamos inglés yo creo que a ellos nada les cuesta usar tecladitos un toquecito diferentes. Y es que me parece imperdonable tener que escribir en teclados como este sin tildes ni eñes (Alt+164) en un país Latinoamericano. O que hace años tuviera que mandar a traer mi iBookcita a los estachos porque acá no vendían con teclado en español. Argh. Con lo que los españoles lucharon por la ñ en el ordenador.

No, pero ya en serio.  Hace poco volví a escuchar a alguien decir que lo que le falta a este país es un dictador, una buena dictadura que venga a poner orden, que se deshaga de la corrupción y de todos esos políticos que nos tienen cansados a todos. ¿En serio? ¿eso es lo que nos falta? Y digo volví porque la primera vez que escuché semejante ideota fue de boca de mi ex.

Tengo que confesarles que a mí eso de que nos metan un buen susto y entremos en una crisis temporal que nos espabile y nos saque de este estupidismo político en el que vivimos me suena tentador. Pero es tan iluso y poco efectivo como la adolescente que cree que terminarle al novio para que se ponga las pilas y vuelva cambiado va a resolver algo.

Sí, Costa Rica necesita un estatequieto, necesita espabilarse, necesita darse cuenta del caos en el que estamos y de la crisis para la que vamos de jupa, de los cambios drásticos que necesitamos hacer, necesita tomar las calles y hacer algo al respecto, por la gran puta. Pero ¿una dictadura? ¿en serio? ¿aunque el dictador se engoloce con el poder y termine corrompiéndose? ¿aunque históricamente a todos los países con dictaduras se los ha llevado Candanga entre las patas y han tardado varios años en recuperarse o no se recuperan del todo? ¿en serio?

No, pero ya que se vale soñar, si yo fuera dictadora lo primerísimo que haría –después de erradicar los teclados en inglés del país– sería separar la iglesia del estado y descongelaría todo lo que pusieron en el freezer por interferencia del sumo señor aquel, el del sombrero en Roma. Empezando por que mandaría a hacer unas buenas guías de educación sexual bien claras y explícitas rayando en lo porno para que los güilas entiendan bien clarito lo que es tener una vida sexual activa, con todo lo bueno y lo malo. Hasta incluiría unas fotos del antes y después de aquellos asuntos, primero jóvenes y después viejos maltratados por el uso -y abuso– para que entiendan fuerte y claro que ese mismo cuerpo les tiene que durar toda la vida, que lo que le hagan ahora les puede pesar en diez años. Y ya que estamos en eso no puede faltar una sección de tips para ahorrarle un poquito de frustración a las próximas generaciones, a lo mejor con eso sí nos convertimos en el país más feliz del mundo.

Lo segundo en mi agenda sería poner en efecto la genial idea de Pedro de castigar la corrupción como un delito financiero. Si se dedican a robarle plata al país, todos sus bienes deberían de ser embargados por el estado, como si fueran narcos, como los ladrones que son. ¿Qué es eso de que los maes se dejan sus casitas –léase: mansioncitas– y sus carritos –léase chucitos– comprados con los impuestos, donaciones y deudas del estado? A veces, a veeeeeeeces entregan la casita de medio millón de dólares que compraron en aquel residencial recontrafru-frú y el chuzo que le regalaron a la hijita porque el chorizo fue descaradamente obvio y ahora están tratando de salvar la tanda, pero no no no no, deberían de entregarlo TODO. Yo le ofrecería un puestico en mi gabinete dictatorial a Pedrito, ese tiene buenas ideas. Guayo sería mi consigliere.

Legalizaría el matrimonio entre personas de cualquier género –no sólo unión civil, ni unión doméstica, ni ninguno de esos términos dizque políticamente correctos que se inventaron para no ofender la moral religiosa de algunos–, que hagan las combinaciones que quieran. Nadie debería de interferir entre dos adultos y la forma en que ellos quieren formar una familia. Cómo cuesta que se metan en la jupa que a la ley no le toca juzgar en lo moral, si no regular –por decirle de alguna forma– lo que ya sucede. No podemos cerrar los ojos y jugar a 'on ta bebé con lo que no queremos ver. Los gays están acá para quedarse, han estado siempre y siempre serán parte de la sociedad, dejémonos de pendejaditas de ofendernos con su mera existencia, que nosotros por nuestra edad, color, género, acento o educación le estorbamos a alguien más y eso, convenientemente, sí lo vemos como una atrocidad.

Incluiría en el programa de educación primaria una clase de sensibilización animal, por aquello de que todavía hay tatas que fueron criados dentro de la ignorancia y siguen criando a sus hijos igual de ignoranticos. Mandaría a recoger a todos los perros y gatos de la calle y los repartiría entre las casas que no tienen mascotas, con supervisión mensual para asegurarme no sólo de que les están dando la vida que se merecen si no que además los quieren, carajo. Que acá no haya siquiera una cultura de respeto a los animales es una desgracia y una vergüenza.

Reformaría por completo el sistema penal y penitenciario del país. Empezando por limpiar los tribunales de todos los jueces a la venta, tendría cero tolerancia con la corrupción. A los presos los pondría a bretear, impondría programas para reformarlos, los obligaría a estudiar y a ir a terapia, a hacer algo de sus vidas durante y una vez que salgan de la cárcel. ¿Qué es esa vara de que los maes viven hacinados vagabundeando todo el día? Después salen más vagos, enojados con la vida y con peores juntas y mañas. No todos son causa perdida. Estamos contentos con alejarlos de la sociedad, nadie cree en gastarse un cinco de sus impuestos en mantenerlos o tratar de rehabilitarlos, hacerlos miembros útiles de la sociedad. Nadie cree en ellos, ni ellos mismos. Pero si logramos reformar aunque sea el 10% es un 10% más de lo que teníamos no haciendo nada al respecto. La gente los trata como desperdicios de la sociedad, y aunque es cierto que algunos ya cruzaron el punto de no-retorno, no son todos, con apoyo y un mejor sistema podemos sacar algo de todo esto, ese es un buen chonco del problema de inseguridad que nos tiene cansados a todos. Nuestras cárceles son escuelas de postgrado para delincuentes, en lugar de correccionales. La gente tiene que empezar a verlas como una oportunidad de arreglar el problema en lugar de un hueco a dónde echarle tierra a la gente.

Sacaría a Costa Rica del hueco moralista en el que nos metieron y legalizaría una serie de cosas que fijo le levantaría roncha a más de uno, pero como soy dictadora me vale. 

Claro, no me pregunten qué haría con la economía, que aparte de volarle mecos a los corruptos no sabría por dónde empezar, a lo mejor Mario sabría, pero yo ni idea.

¿Cómo que no estuvieron de acuerdo con todo? Aaaaaaah, es que uds quieren un dictador que les guuuuuuuuste, con el que estén de acuerdo y maneje el país como a uds les parece… Aaaaaaaah. ¿Saben cómo conseguir uno así? Voten. Edúquense sobre los candidatos y salgan a votar cada cuatro años, pero además voten MEJOR, por un carajo. La única forma de quitarle el poder a los mismos nejas de siempre es votando por otros nejas diferentes y dejen de hablar de dictadores que es más facil y productivo dar pasos de bebé hacia adelante que tratar de darle el poder absoluto a una sola persona. No existe el gobierno ideal, pero definitivamente sí existen mejores que los que hemos tenido en las últimas décadas y es hora de creer en el cambio.


¡He decretado!


m.

2 comentarios:

  1. Si me hicieras ministra de educación (dictatorial por supuesto), aboliria las escuelas privadas. Al principio a todos se les pararían los pelos, pero luego talvez la gente se daría cuenta de que la educación tiene que ser mecanismo para el equilibrio social. Si todos tuvieramos que ir a escuelas públicas, talvez no serían tan malas, talvéz las cafeterias no venderían pura azúcar y grasa. Talvéz habría mejor asistencia a las reuniones de padres de familia y talvéz habría más fluidez entre las clases sociales...Digo yo, ya que estamos en esto de la dictadura...

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