lunes, 22 de noviembre de 2010

Pegada con tape

Luis me terminó hoy. Después de tres años, seis meses y tres semanas de estar juntos, ya no estamos más. No sabe si me ama.

Yo sí sé.

El mundo se me desbarató encima. Lo ví venir pero muy tarde para prepararme, sin tiempo para hacerme la idea o siquiera para abrirle la puerta a la posibilidad de que él y yo podíamos dejar de ser nosotros. No tengo plan b, no era una opción, íbamos a estar juntos porque eso nos prometimos, tal vez no en público frente a un abogado o sacerdote, no lo pusimos en papel pero nos juramos amarnos siempre y que juntos íbamos a poder con todo. Ése era el plan.

Él me iba a cuidar para siempre, se iba a asegurar de que nada malo me pasara.

martes, 16 de noviembre de 2010

Qué mieee'o

El título de este post no es por que me preocupe que se desaten los balazos en la frontera (que sí me preocupa pero no es el motivo), no es porque Ortega quede otra vez en el poder (porque creo que eso podemos darlo por seguro), no es porque todas esas teorías de conspiración se cumplan (que se quieren dejar la isla, que quieren construir un canal con plata iraní, etc etc etc boring boring boring).

Lo que me da miedo es cómo la gente pierde un poquito de su humanidad movida por el nacionalismo y el pensamiento en masa. Todos esos perfiles en facebook con una banderita o una foto del mapa tico, encima con alguna frase como fuera de aquí o Costa Rica se respeta, no estaba segura de por qué me chocaba tanto, pero sí sé que me chocaba a un nivel casi molecular. 

Qué fácil ser nacionalista pegando una calcomanía en el bumper del carro, cambiando el avatar o uniéndose a un grupito pro-ticos de facebook, pero apenas hace unas semanas todos estábamos ofendidos porque nuestra querida presidenta se rehusaba a firmar la declaratoria en contra de la penalización de la homosexualidad, o estábamos indignados porque la misma mujer le hizo guerra a los ambientalistas, el presidente antes que ella declaró la minería de interés público. Ni uno solo de nosotros se sintió muy orgulloso de ser tico ni puso banderitas en sus perfiles en ese momento.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Y no ha parado de llover

Hace dos noches, cuando ya teníamos más de 24 horas de que llovía y llovía me fui a dormir y no tuve esa sensación de qué rico dormir con lluvia sino más bien como con una inquietud rara. No sé por qué pero esa lluvia no tenía cara de traer nada bueno, hasta dejamos a los perrillos durmiendo adentro porque no tuve corazón de dejarlos afuera con este frio, aún con casita bajo techo y eso. No sé, tenía una sensación de fin del mundo que sigo sin poder sacudirme de encima.

Cada vez que hay una tragedia de estas al tico le sale muy bien eso de la solidaridad y es todo un orgullo cómo en cuestión de horas ya hay montadas operaciones de rescate, campañas de recolección de donativos y hasta avatares de facebook.  Pero es una lástima que tenga que suceder una tragedia para manifestarla y en cambio todos los días que vamos por la calle logramos ignorar a los indigentes y chiquitos pidiendo en los semáforos, ni hablar de esos perritos mojándose en la lluvia que no logran atravesar la piel gruesa que sacamos para tolerar vivir en la sociedad de hoy.

Y no para de llover, ayer pareció que ya se había acabado el agua, pero no... no da tregua.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pleitos de vecinos

Ay, la pereza que dan los problemas vecinales. Yo tengo un vecino (a mi izquierda) que tiene dos hijas adolescentes, estas hijas tienen novios y los novios tienen la mala maña de parquearnos el carro frente a la cochera. Recién pasados lo hacían más seguido, qué cansa'o estar tocándoles la puerta para que muevan el carro. Se les quitó la maña cuando Luis enjachó a uno de los chamacos un fin de semana que las chavalas aprovecharon que los papás no estaban para armar una fiestita y los noviecitos se quedaron a dormir. Por alguna razón que no entiendo el carro de uno de ellos amaneció bloqueando por completo la cochera y nosotros íbamos tarde para el trabajo (pa' variar). Yo hubiera preferido que Luis no los enjachara tan feo y que los güilas entendieran sin enjache, pero bueno, así fue como se dieron las cosas.

Ahora tengo la idea de que los vecinos -papás de las chamacas- no nos quieren mucho y es una lástima porque tener una buena relación con los vecinos es importantísimo. Y se los juro que yo soy buena vecina, si me piden una tacita de azúcar se las doy con muchísimo gusto y hasta les ofrezco el cafecito para acompañar.

Uno nunca sabe cuando va a necesitar de esos vecinos, una vez que Alicia se salió por debajo del portón la vecina (a mi derecha) me la atajó y hasta la metió a la casa y me llamó para avisarme que ahí nos la cuidaba mientras llegábamos. Esta vecina es un amor de persona, siempre nos avisa cuando se va a ir el agua y cosas así. Esta Navidad tengo que llevarle galletitas, mínimo.